Dice mi amigo Alonso que solo escribo cuando algo pasa, y bueno, es verdad.

Doy gracias a Dios porque, si bien puedo ser necio, no puedo ser insensible.

Mi vida, mis aspiraciones, mi estado de ánimo, mis triunfos, mis proyectos, están limitados por mi relación con mi Creador, y la satisfacción que obtengo por las cosas que hago está ligada en proporción directa con los términos en los cuales me maneje con Él. Puedo decir que mis triunfos, en mis proyectos de trabajo, en mis relaciones con los demás, en mi impacto hacia los demás, están íntimamente ligados con la persona de Jesús. Esto es algo que una persona que no conoce a Jesús como su Salvador y el Señor de su vida, su amigo, y su guía personal que le señala el norte no puede entender, y a menos que experimente un evento que transforme su vida, jamás entenderá que se siente esto.

No puedo ser lo suficientemente genuino mientras no sea guiado por el plan perfecto de Dios para mi vida, porque es Él el que ha trazado el propósito único, e irrepetible, y sin ese norte, simplemente mi vida no tiene un norte, y tiene que buscar un patrón imperfecto en cualquier lado.

En estos días en los cuales cuando la gente me preguntaba ¿Como estás? y yo respondía "genial" la verdad me sentía genial, pero había algo que desde mi interior me empezaba a molestar, molestia que ha ido creciendo día tras días, y extendiéndose como un cáncer en  lo que hacía y decía.

¿Como estando en desobediencia me podía sentir bendecido? Claro, Dios bendice, pero no es algo de lo que uno se sienta particularmente orgulloso, uno debe ser violentamente santo, y yo era violentamente transgresor.

¿Como podía hablar con mis amigos, y decir que la base de todos los planes era Cristo, y que todo se encontraba bien, si yo mismo estaba en falta, y cada palabra "correcta" que decía era como un cuchillo que entraba por mi pecho? La sensación de saber hacer lo correcto y esmerarse en hacer lo incorrecto es la cosa mas horrenda, triste, y dolorosa que podría experimentar, por eso me llamo necio, y simplemente llegué a un momento en que la sensación de incomodidad ha sido tal que no podía mas, no podía seguir ignorando lo que sentía en mi interior, necesitaba reconciliarme con mi Señor AHORA.

Y no basta lo que he hecho hasta ahorita.. Cantar y escuchar alabanzas es quizá algo que ayuda, pero estas rodeando el problema, no lo atacas directamente. Escribir esto es un desfogue también pero tampoco es realmente lo que se debe hacer.

Si nos llenamos de palabras la boca solo  pecaremos de hipócritas, pero nada lograremos con eso, y además estaremos pecando de estúpidos.

Estúpidos y necios, porque lo que Él nos pide es arrepentimiento: Un cambio de actitud y un anhelo de buscar la semejanza a El. Algo que no lograremos con escritos o música. Humillarnos ante El, dejarlo todo ante su trono, entregarnos en cuerpo y alma, dárselo todo, reconocer su soberanía y actuar en relación a lo que somos, tomando la identidad de cristianos que somos,y lo que somos a la luz de Su Palabra, y no de lo que uno quiera creer que es, o el nombre que quiera llevar.

Y depender, depender al 100%. La dependencia provoca que nuestro impacto en los demás se multiplique, que nuestra alegría sea mas constante, que nuestra autoaceptación por estar haciendo lo correcto también se eleve... Pero el fin primordial para esto es que estaremos haciendo lo que le agrada a El. Su palabra dice que hemos sido creados para buenas obras, en Efesios 2:10.

Bueno, es hora de la reconexión.... y como he ido diciendo desde hace ya un buen tiempo, si vres que hago algo contrario a lo correcto, avísame o pateame! =)

Soy David Velarde, y asi reinicio mi blog como algo estrictamente personal